Piedra, bronce, acero, marfil… son materiales que normalmente no están sujetos a un deterioro rápido como podría ser la exposición al sol, viento, agua, etc. Por esto mismo, para numerosos artistas el arte temporal es mucho más atractivo; se trata de una forma de fusionarlo con la naturaleza y que estas creaciones se mezclen con sus efectos hasta desaparecer. Es arte contra el tiempo, y si pensamos en las esculturas y obras que vemos en las playas, siempre se siente una especie de toque mágico y mucho más atractivo al contemplarlas.
El artista neozelandés Peter Donnelly ha creado cantidad de piezas de arte sobre arena de playa. Suele trabajar los domingos en la zona playera que se sitúa en el muelle de New Brighton. Para Donnelly su trabajo es una celebración; compartir el proceso de la creación.
Andrés Amador es otro artista que trabaja sobre la arena, en Ocean Beach (San Francisco.) Comenzó creando formas geométricas, siguiendo impulsos mentales. Para él sus creaciones sobre la arena tienen una connotación espiritual.
Jim Denevan además de chef y surfero californiano, también es artista en arena, haciendo creaciones artísticas de grandes dimensiones y tomando fotografías desde las alturas del trabajo terminado, antes de que las olas y el viento lo hagan desvanecerse para siempre.
«Sand is quintessentially about time. There’s a strong pacifistic statement in the choice of sand. Do no harm. Divest ourselves of possesions.» – Wayne Coe.
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